Cómo tener la casa organizada puede ayudar a que los hijos jueguen más
por Luciana Lamberto View Bio
Madre, periodista con 20 años de experiencia en el mundo digital hispano. Creo en el inmenso beneficio que tiene el juego en el desarrollo saludable de los niños, en su bienestar físico y emocional. Criando dos hijas en New York, hemos encontrado numerosas formas de convertir esta ciudad en nuestro ´playground’, donde las oportunidades de juego son infinitas
- Es importante tener una casa ordenada, pero más aún tener un espacio para que los chicos jueguen, hagan y deshagan, y pongan su imaginación y sentidos en acción.
- Pasa a menudo que evitamos ‘playdates’ con amigos de los niños porque nos da vergüenza o nos incomoda que vean el estado de la casa. No tiene que estar en perfectas condiciones, pero sí lo suficientemente ordenada para motivar a los chicos a jugar.
- Se ha comprobado que los espacios organizados ayudan a las personas a ser más productivas y a concentrarse más. Lo mismo ocurre con los niños: si su cuarto o su área de juego es un caos, es probable que no se sientan interesados en jugar.
- Necesitamos alcanzar un equilibrio que permita a los chicos jugar y expandir sus juegos y a la vez tener un grado de organización tal que motive a los niños a jugar, accediendo de manera segura a sus juguetes, libros y disfraces.
Tener la casa organizada cuando tenemos hijos es una tarea difícil, repetitiva y agotadora. Basta con que los niños decidan vaciar el contenedor de juguetes para que el caos se apodere del hogar.
Por un lado es comprensible querer tener una casa ordenada, pero también es necesario aceptar que el orden y la organización no serán para fotos de revistas ni que los niños dejarán sus juguetes ordenados una vez terminada la jornada de juego.
Además, es vital darles un espacio para que los chicos jueguen, sin tantas regulaciones o requisitos. Es decir, es bueno que puedan jugar sin que estemos atrás diciéndoles no ensucies esto, no toques aquello, no saques los disfraces porque no los quiero guardar otra vez, etc.
Es importante tener una casa ordenada, pero más aún tener un espacio para que los chicos jueguen, hagan y deshagan, y pongan su imaginación y sentidos en acción.
Eso no significa que hay que resignarse al caos o al desorden por varios años, ni que para tener una casa ordenada haya que limitar las posibilidades de juego. Al contrario, hay formas de ordenar y organizar los cuartos y salas de juego que, a su vez, ayudan a los niños a jugar más.
Un poco de organización puede hacer que los chicos encuentren más espacio y más motivación para jugar. Piensa en esos días en los que, durante una limpieza en el cuarto de los chicos encuentras ese juguete que tanto les gustaba y con el que dejaron de jugar simplemente porque no lo tenían a la vista y quizá se habían olvidado de él.
“Un poco de organización puede hacer que los chicos encuentren más espacio y más motivación para jugar.”
Se ha comprobado que los espacios organizados ayudan a las personas a ser más productivas y a concentrarse más. Lo mismo ocurre con los niños: si su cuarto o su área de juego es un caos, es probable que no se sientan interesados en jugar o que jueguen menos tiempo de lo que harían si su espacio estuviera más limpio y ordenado.
Y cuando hablamos de orden no nos referimos a algo meticuloso y riguroso, sino a la creación de un espacio en el que los chicos tengan estas oportunidades:
- Acceso seguro a sus juguetes: si echamos todos sus juegos y juguetes en un contenedor y lo ponemos dentro del armario, es probable que los niños se olviden de los juguetes que tienen y jueguen menos.
- Más concentración, menos caos: ya sea que quieran leer un libro, o pintar o jugar con la pista de carros, si tienen un espacio ordenado, es probable que jueguen o lean por más tiempo, ya que ese orden los ayuda a concentrarse más y a enfocarse más.
- Acceso a libros: una buena idea es poner los libros al alcance de los chicos, de manera que estén presentes a la hora de elegir una actividad entretenida. Es más difícil que escojan leer si sus libros están ‘escondidos’ en cajones o en repisas elevadas que no ven o no alcanzan.
- Espacio para compartir: si tienes una casa un poco ordenada, tus hijos pueden invitar amigos a jugar y pasar un buen rato. Pasa a menudo que evitamos ‘playdates’ con amigos de los niños porque nos da vergüenza o nos incomoda que vean el estado de la casa. No tiene que estar en perfectas condiciones, pero sí lo suficientemente ordenada para motivar a los chicos a jugar.
- Espacio para valorar: con el tiempo, los mismos niños verán la importancia de tener ese espacio ordenado y valorarán ese espacio de juego, porque, en definitiva, es de ellos y es allí donde la magia del juego puede ocurrir si se lo proponen.
Una buena forma de mantener el cuarto de los chicos ordenado (o la sala de juego, o ambos) es poner reglas como la de regalar un juguete por cada nuevo que llega a la casa, preparar bolsas para donar y siempre involucrar a los chicos en la selección de lo que se queda y lo que se va,para evitar que terminemos quitándoles algun juego, libro, rompecabezas o juguete que ellos de verdad disfrutan.
Si los niños aún no están en edad de decidir, entonces es tarea de los padres o cuidadores de reorganizar el espacio de juego cada par de meses.
Lo importante es lograr un equilibrio que permita a los chicos jugar y expandir sus juegos y a la vez tener un grado de organización tal que motive a los niños a jugar, accediendo de manera segura a sus juguetes, libros y disfraces.